Desde 2014 que hemos venido escuchando que Samsung estaba trabajando en el desarrollo de un dispositivo móvil con pantalla flexible. Luego de una larga espera, en 2019 le mostraron al mundo el Galaxy Fold, el primer teléfono plegable, el cual permitía pasar de la experiencia de usuario de un smartphone a un tablet en el mismo equipo. Pero este lanzamiento no estuvo exento de problemas, ya que al ser el debutante, presentó algunas “fallas de juventud” en el display, según reporte de prensa especializada internacional, lo que provocó su retraso en la salida a venta. Después, Samsung volvió a la carga con el Galaxy Z Flip, donde el enfoque estuvo en la funcionalidad del doblez de pantalla y muchas de las situaciones que fueron cuestionadas con el Fold ya estaban subsanadas. En este segundo semestre de 2020, en medio de pandemia, y donde la conectividad pasó a ser tema primordial, por el auge del teletrabajo o la educación a distancia, era la oportunidad perfecta para poner a prueba la utilidad de una pantalla flexible, no sólo físicamente, sino en su operación, por lo que, tomando toda la experiencia previa, lo que funcionó y no funcionó en los antecesores, la marca surcoreana trae a nosotros el nuevo Galaxy Z Fold2, donde se combina elegancia y productividad, además de importantes avances de diseño y tecnología, que vale la pena destacar.
El Z Fold2 cuenta, tal como su mentor, con dos pantallas: una exterior, que aumenta su superficie de 4,6” a 6,2”, con display Infinity-O, y así aprovechar la resolución al máximo, y la pantalla interna, que se extiende hasta las 7,6”, un 27% más que el Fold (gracias al rediseño de la cámara frontal, que se reemplaza por otra pantalla Infinity-O, y a la reducción de los biseles al mínimo).
Además, esta gran pantalla es aprovechada hasta su último pixel, gracias a las funciones mejoradas de multitarea, que permite tres o cuatro apps abiertas en forma simultánea, e incluso, compartir contenido entre ellas sólo arrastrando los elementos de una a otra, tales como documentos, imágenes, textos, y hasta capturas de pantalla de las mismas aplicaciones. Otra de las características que se destaca es la fluidez al pasar de reproducir contenido en la pantalla exterior a la pantalla extendida interior, sin sobresaltos y sin afectar la resolución del video.
Como adelantamos más arriba, algunos aspectos que se foguearon con el Galaxy Z Flip fue la utilidad del pliegue del dispositivo como soporte propio del teléfono, ya sea para capturar imágenes o videos, o para distribuir apps y funciones del teléfono, lo que Samsung denomina Flex Mode. Acá, con el Z Fold2 pasó a ser uno de los caballitos de batalla, ya que el teléfono está diseñado para poder mantenerse fijo a dos alturas sin cerrarse, y así usarse de trípode o soporte para fotografías, videos o videollamadas, lo que en conjunción con el software de cámara, permite hacer encuadre automático durante la grabación, o utilizar la mitad de la pantalla para previsualizar las tomas y capturas, como también distribuir contenido a reproducir en las apps con los controles de las mismas.
La superficie de la pantalla es de un material denominado Ultra Thin Glass, el cual da una sensación más premium y refinada, pero no por ello menos resistente. Esto se complementa con el mecanismo CAM, anclado en la bisagra escondida, la cual compactó el mecanismo de doblez al mínimo, incorporando la tecnología sweeper, debutante en el Z Flip, la cual actúa como una especie de rastrillo que repele el polvo y partículas no deseadas, que pudiese rayar o dañar el display.
Para poder aprovechar el Flex Mode al máximo, Samsung trabajó codo a codo con Google y Microsoft, y así optimizar las apps más populares, como Youtube, GMail, Google Maps, etc., o la suite de Office, tornando su experiencia de usuario lo más similar posible a la de un equipo de escritorio, o un tablet.
Ya hablando de las especificaciones del smartphone en sí, hablamos de un teléfono de 12GB de RAM, 256GB de memoria interna (no expandible), procesador Snapdragon 856+, batería de 4500mAh compatible con carga ultra rápida y carga inalámbrica, cámara principal de lente triple (12MP/F1.8 principal, Dual Pixel, con autofoco y estabilizador óptico y , 12MP/F2.2 ultra gran angular y 12MP/F2.4 de telephoto con estabilizador óptico), dos cámaras frontales de 10MP/F2.2 en la pantalla exterior y principal. Cuenta con conector USB-C y ya no trae el jack de 3.5mm, lo que tampoco se vería muy práctico en este tipo de dispositivos.
El Galaxy Z Fold2 vendrá en dos colores, Mystic Black y Mystic Bronze, a los cuales se les podrá personalizar la bisagra, en colores amarillo, rojo, azul y plateado, y su preventa ya arrancó en EEUU, Europa y Asia, para ser despachados a partir del 18 de septiembre. En Chile aún no hay fecha, pero apenas sepamos, y ojalá tener el equipo en nuestras manos, les contaremos con lujo de detalles, acá en ModoRadio y nuestras RRSS